Las pastelerías más renombradas suelen registrar en los días previos a Reyes largas colas de clientes que esperan pacientemente su turno para hacerse con su Roscón de Reyes.
Es el broche gastronómico que pone fin a la Navidad. Los roscones de Reyes no pueden faltar en el día más mágico del año junto con un buen chocolate caliente y en compañía de familiares y amigos.
El haba sigue estando en muchos roscones, y manda la tradición que quien la encuentra paga el roscón.
La Espiga de Oro es una empresa familiar de Ribadesella dedicada al mundo de la panadería y pastelería desde 1999.
Durante todo este tiempo sus maestros artesanos no han dejado de elaborar sus famosos productos, pan, pasteles, bolleria, pastas, que hacen las delicias de todo aquel que pasa por la pastelería.
Pastelería maestra en preparar este tradicional bollo navideño, donde el secreto está en el amor por la tradición y la calidad del producto. Un roscón de Reyes realmente delicioso.
El secreto de su éxito radica en mantenerse fieles a la receta tradicional, adaptándose a los nuevos tiempos, incluyendo roscones rellenos de nata, crema y trufa.
Grandes, medianos o pequeños, tiernos y jugosos.
No pasar por alto sus panettones que también están deliciosos.