El Cantal, el queso más conocido de Auvergne, también es el más antiguo de los quesos.
Desde entonces, no ha dejado de ganar seguidores. Hace 2000 años, las dificultades de circulación debido al terreno accidentado y al clima invernal de Cantal llevaron a los antepasados de los maestros queseros a fabricar un queso de "reporte", de gran tamaño, para así constituir una reserva de alimentos siempre disponible.
El Cantal se unió a la prestigiosa familia de las AOC en 1980. Su sabor franco y característico encuentra su origen en la sutil alianza entre una corteza gruesa, dorada y florecida con manchas rojas y una pasta firme y bien unida, suave y homogénea.
El Cantal tiene el olor de los bosques frescos y el ligero aroma de los altos arbustos, que le dan su delicioso y auténtico sabor a terroir.
De forma masiva y compacta, pero con una pasta tierna a la perfección, este queso ha adquirido su carácter en el corazón de Auvergne, en una naturaleza verde donde se alternan las tormentas de montaña y el sol de los altos pastizales en los antiguos volcanes.
¿Cómo conservar el queso Cantal entre-dos?
El queso Cantal entre-dos aprecia los ambientes húmedos y la temperatura constante, preferiblemente alrededor de 10 grados. Todas estas condiciones se cumplen en el cajón de verduras del refrigerador: por lo tanto, es allí donde debe colocarse, idealmente envuelto en su papel original para preservar sus sabores o, en su defecto, en papel film de cocina.
¿Cómo consumir el queso Cantal entre-dos?
El queso Cantal entre-dos es delicioso crudo, acompañado de un vino blanco afrutado. En una tabla de quesos, se puede combinar con frutas frescas o secas (uvas, higos) o incluso con mermelada de frutos rojos. No olvides sacarlo del refrigerador 30 minutos antes de degustarlo. Cuando se cocina, el queso Cantal entre-dos se vuelve fundente y crujiente: realza gratinados y quiches con su sabor único.
