Llenar el carrito de la compra directamente desde casa, ya sea con tu ordenador, smartphone o tablet se está convirtiendo cada vez más en algo habitual entre los consumidores de medio mundo. La tendencia de compra de comida online que está cada vez más asentada sobre todo en los países occidentales, aumentará considerablemente a corto plazo, según el estudio Global Food and Drinks 2016, realizado por la compañía Mintel. ¡Te contamos las conclusiones más interesantes!
Otras conclusiones que revela este trabajo son:
El consumidor demanda cada vez más productos naturales sin tanto procesado, lo que está forzando a las grandes compañías a reenfocar sus estrategias comerciales para captar a los clientes con un marketing centrado en la vuelta al pasado.
Al hilo de esto, ha tenido mucho impacto el libro lanzado por Christophe Brusset, un ingeniero francés que ha trabajado durante más de 20 años en la industria alimenticia, que ha revelado las malas prácticas que el consumidor desconoce en «¿Cómo puedes comer eso?». En él, por ejemplo, se detallan los reenvasados de ciertos productos cuya fecha de caducidad es inminente.
La sequía, las preocupaciones sobre el despilfarro de comida y otros problemas similares están concienciando a la gente sobre la preparación y la producción que tiene cada alimento. En 2016 y 2017, la sostenibilidad tiene más peso que nunca, repensando cómo se elabora de principio a fin lo que comemos para mejorar la situación mediambiental del planeta.
Los consumidores actuales se sienten cada vez más seducidos por las historias acerca del origen del producto y de sus ingredientes, ya sean de origen artesanal o de fabricación en masa. Por ejemplo, mentta nos esforzamos por dar detalles de todos los productores que tenemos en nuestra plataforma para que el cliente sepa a quién está comprando.
Hay y seguirá habiendo en 2016 un creciente interés en todo lo que sea natural y que suponga «volver a los orígenes». Esto ha aumentado el consumo de los llamados «ancient grains», semillas que no ha sufrido alteraciones a la hora de su consumo manteniendo un alto grado de «pureza» original. Es el caso los ancient grains o granos ancestrales como la kamut, la espelta, la quinoa o algunas variedades de arroz, entre muchos otros.
El auge de las redes sociales ha expandido el interés en compartir en Internet las creaciones gastronómicas que hace cada uno. Algunos van más allá e intentan enfocar sus esfuerzos en darse a conocer y concursar en reality shows sobre comida, pero la mayoría simplemente comparten recetas con amigos y followers. Un ejemplo de ello, es el auge de publicaciones con el hashtag #Foodporn.
Actualmente un buen número de consumidores a nivel mundial viven en entornos unipersonales o hacen planes en solitario. Es por eso que muchos de los productos que compramos han reorientado el tamaño y las promociones para llegar a este tipo de público y evitar que sea un motivo de estigmatización social.
Desde hamburguesas de tofú hasta lácteos de origen vegetal. Es un hecho que los productos llamados “alternativos” han crecido y crecierán de una forma notable en el próximo año, sobre todo por la preocupación acerca de los hábitos alimentarios.
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