• 400 gramos de solomillo de cerdo
  • 2 cebollas
  • 1 zanahoria
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Una cucharadita de bicarbonato

Para la elaboración primero debes cortar las cebollas y la zanahoria en dados pequeños. En una sartén con dos cucharadas de AOVE y fuego medio- alto, las salteamos hasta que empiecen a tomar color. Por otro lado, cortamos el solomillo en medallones de dedo y medio de espesor aproximadamente. Cuando las verduras estén doradas, será el momento de añadir el bicarbonato a la sartén y dejarlo cocinar durante unos dos minutos. En este momento las verduras empezarán a caramelizarse y tendremos que bajar el fuego al mínimo. 

En otra sartén ponemos la cucharada de aceite restante y hacemos los solomillos que habíamos cortado previamente. Dóralos por ambos lados y déjalos tanto rato como consideres, el punto de la carne depende de tus gustos. Eso sí, ten en cuenta que cuanto más tiempo dejes los solomillos en el fuego, la carne estará más seca. No olvides la sal. 

Cuando los solomillos estén listos los pasamos a la sartén del sofrito y mezclamos todo para que la carne se impregne del sabor de las cebollas y la zanahoria caramelizadas. El último paso es emplatar y degustar un plato tan delicioso y sofisticado como sencillo. 

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